La crisis del sistema de salud y el crecimiento profesional de los trabajadores vinculados al sector – Parte 1.

Se cree que en la educación universitaria de los países desarrollados se forma al estudiante para que cuando se gradué salga a generar empleo y no a buscarlo, tal vez este precepto sea cierto, al parecer en Colombia estamos educando al profesional para buscar trabajo, «la verdad no sé«. En mi opinión, se le debe enseñar al estudiante a crear su propio concepto de éxito, para que use esas bases que da la universidad o academia (uso el término academia, en alusión a que no todos los colombianos pueden asistir a una universidad, sino que se forman en otro tipo de instituciones educativas), para canalizar sus esfuerzos hacia la consecución del éxito. Conozco muchos casos de éxito de empresarios, emprendedores, trabajadores independientes e inversionistas, pero también conozco muchos casos de éxito de empleados, contrastando y dándonos a entender que se puede crecer profesionalmente en cualquiera de los dos casos, como empleador o como empleado.

TP_CIG frente Luis Fernando PMi nombre es Luis Fernando Palma Varela, Ingeniero Industrial titulado, Administrador en Salud por experiencia, docente por vocación y profesional de la estrategia por convicción y dedicación. Laboro en el sector salud en la región caribe colombiana desde el año 2009, trabajando en distintas áreas y escenarios lo que me permite tener una visión global del funcionamiento del sistema sanitario en Colombia, visión que he puesto en practica como director de proyectos estratégicos en Salud y como docente y conferencista para programas técnicos en administración en salud; siempre he estado vinculado al ramo de los prestadores y no al asegurador, por lo que en este escrito encontrarán el punto de vista de la crisis del sistema de salud colombiano desde los ojos de un empleado de una institución prestadora de servicios de salud (IPS). Y si soy un empleado, aunque también trabajo como asesor externo en garantía de la calidad en la atención en salud, marketing, estrategia y mejora continua para algunas instituciones, además de haber dictado seminarios sobre planeación estratégica, calidad en salud y seguridad del paciente. Planeo lanzarme en busca de la independencia financiera, puesto que, mi sueño fue, es y siempre será, ser un consultor, conferencista, capacitador y coach en gestión de la estrategia organizacional y por qué no, iniciar con el sector que mas he conocido en mi ejercicio profesional. Cada día me esfuerzo por lograr ese sueño, por el momento conservaré mi empleo, por la sencilla razón, de que aun tengo mucho por aprender sobre la administración de servicios de salud y muchos retos que afrontar en una montaña rusa de emociones, conflictos y riesgos, llamada «Sistema de Seguridad Social en Salud«.

Conociendo como conozco al sector, me atreví a escribir el presente artículo para hablar sobre como es el crecimiento personal y profesional de un profesional o auxiliar administrativo y asistencial en un sector en crisis, pero antes de adentrarnos en el tema, entendamos cual es la crisis que vive el sistema de salud.

Mapa Colombia TricolorEn un país como Colombia, se vive la corrupción a flor de piel, el sistema de salud no es ajeno a este flagelo, en teoría este se financia con los recursos que recibe el estado por regalías de la explotación de recursos naturales por empresas extranjeras y del impuesto a los juegos de azar, pero resulta que los dineros al parecer no llegan completamente a financiar el sistema o si llegan no se utilizan como se debería, por la bendita corrupción (y nada que que acabamos con esta enfermedad, ni con proyectos de ley, ni con justicia y mucho menos con una consulta popular). Algunas personas del común, sin conocimiento sobre el tema, tienen la creencia errónea de que la salud es un negocio y no solamente un negocio, sino un negocio muy lucrativo para todos, lamento decepcionarlos, pero eso no es del todo cierto, el negocio de la salud como lo llaman algunos, es rentable tal vez para el asegurador que es quien realmente paga por los servicios prestados a un paciente.

El gobierno paga cierta cantidad de dinero a las administradoras de planes de beneficio (las Entidades promotoras de salud – EPS) por cada usuario afiliado al sistema. El problema está es en el ramo de los prestadores, puesto que somos nosotros los que realmente atendemos al paciente, somos los que realmente la persona que se siente enferma ve y somos los que asumimos todos los riesgos propios e inherentes al proceso de prestación del servicio de salud, para ponerlos en contexto, les traigo el siguiente ejemplo:

Un paciente con X patología ingresa al servicio de urgencias de una IPS hospitalaria, en dicho servicio es valorado por el Médico General y tratado por su Equipo de Salud del Servicio (Enfermeras, Auxiliares, Bacteriólogos, Fisioterapeutas, entre otros profesionales y auxiliares), en un momento determinado el Médico siente que el caso se le sale de las manos y pide la valoración de un especialista, hagamos de cuenta que el especialista es el Internista y este decide hospitalizar al paciente, mientras esta hospitalizado el Internista sospecha de algo diferente al ver que el paciente no evoluciona satisfactoriamente y pide la interconsulta a una especialidad quirúrgica (es decir, pide la opinión de otra especialidad médica), supongamos que es el Cirujano General quien valora al paciente y decide operarlo, mientras piden la autorización para la operación y se solicita el cupo en quirófano, el Paciente es intervenido en uno o dos días, dependiendo de la urgencia, pues puede ser de inmediato; además de esto el Cirujano solicitó cama en la unidad de cuidados intensivos (UCI), siendo el usuario operado y luego de la recuperación, trasladado a UCI. En la unidad recibe su tratamiento y dependiendo de la complejidad del caso el Intensivista o Internista y en función de una evolución positiva, toma la decisión de darle salida de la UCI, nunca un paciente de UCI sale hacia su casa, sale a un servicio de menor complejidad, es decir, es ubicado en una habitación hospitalaria. Nuevamente en el servicio de hospitalización el paciente recibe su tratamiento y evoluciona satisfactoriamente, por lo que el Internista decide darle el «Alta», en este momento el paciente se va para su casa.

En este punto puede que comience el proceso administrativo conocido como facturación, pero si lo que queremos es tener una facturación y un recaudo oportuno, lo mejor es que el proceso de facturación inicié desde el mismo momento en que ingreso al paciente, con la liquidación de cargos, esto es en términos coloquiales, ir cobrando lo que se le va realizando día a día al paciente (tal cual como lo hace el sector hotelero), consultas, medicamentos, laboratorios y demás, son cobrados a medida que se van ejecutando.

Una vez el paciente tiene salida, lo que se hace es realizar la liquidación total de la cuenta basada en la historia clínica, la cual se debe ir soportando la factura que se enviará al asegurador, por lo que la historia debe estar impecable.

Facturar es el hecho de plasmar esa liquidación en el documento legal conocido como factura. Luego se realiza la radicación de la factura ante la EPS y aquí comienza el suplicio.

Una atención hospitalaria como la descrita, pudo tener una estancia de 10, 15 o mas días, por lo que puede ser de 5, 7, 10 o mas millones de pesos colombianos. Hagamos un ejemplo hipotético (cualquier cosa parecida con la realidad es pura coincidencia), si pacté con la EPS el pago a 6 meses, se supone que en 6 meses recibiré el dinero por la atención descrita en los párrafos anteriores, pero la realidad es otra, cuando van a cumplirse los 6 meses, la EPS me devuelve la factura alegando que presenta errores, el deber es corregirla si contiene inconsistencia, de lo contrario debo responder que la factura se encuentra bien, en cualquiera de los dos casos, debo radicarla de nuevo, por lo que los 6 meses vuelven a correr y sorpresa cuando se van a cumplir los nuevos 6 meses, me glosan la factura, es decir me dicen que algún soporte de la factura no es consistente para justificar el pago del servicio y que por tal motivo no me van a pagar y en algunas ocasiones el soporte si justifica el cobro del servicio. En este momento entran los auditores médicos de la IPS a conciliar con los Auditores Médicos de la EPS para acordar el pago, así fácilmente se fue 1 o 2 años para recuperar el dinero de la atención del paciente y no recupero el valor total facturado, sino un porcentaje.

Ustedes lectores, se preguntarán como puede una IPS sobrevivir con un flujo de caja tan deficiente como el descrito, pues los que logran sobrevivir son los que cuentan con un gran capital que les permite aguantar hasta que recauden el dinero adeudado por las EPS. Esta es la explicación del porque, algunas clínicas estan apuntando a la mejora continua de la calidad en la atención en salud bajo estándares internacionales de cara a la posibilidad de exportar servicios de salud.

Hasta este punto surgen muchos interrogantes, pero solo nos concentraremos en dos:

  1. ¿Por qué las EPS han optado por una practica tan reprochable?
  2. ¿Como puede un profesional crecer en un sector tan complicado?

Preguntas que resolveremos en el próximo post…

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