El mensaje de esta semana me lo sugiere un antiguo alumno, que quizá él mismo haya sufrido las consecuencias de lo que aquí voy a hablar. Me refiero a la exigencia de los accionistas de las empresas por beneficios a corto plazo.
Muchas veces estas exigencias obligan a los directivos de las empresas a planes cortoplacistas, no poniendo en marcha inversiones y planes que darían muy buenos resultados a largo plazo, pero que suponen sacrificios a corto plazo.
Como muy bien me comentaba este antiguo alumno, esas estrategias cortoplacistas muchas veces van en contra de los propios intereses de las empresas. Es pan hoy y hambre mañana. Las empresas necesitan accionistas comprometidos con la misma, no impacientes por resultados rápidos. Accionistas estables interesados más en el buen hacer de la empresa que en las fluctuaciones coyunturales del precio de las acciones.
¿Qué compromiso con la empresa tiene…
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